Situada en el corazón de Benimussa, uno de los valles más verdes de Ibiza, rodeada de terrenos agrícolas rurales que abarcan toda la parcela. Además de su entorno natural, la propiedad ofrece espectaculares vistas al mar y a los atardeceres. La finca se construirá con los más altos estándares, utilizando los mejores materiales, con la habilidad de artesanos expertos.
Con una construcción de 426 m² sobre una parcela de 51,000 m², la propiedad consta de 4 dormitorios, 5 baños, una piscina climatizada y un sistema domótico completo. Además, está equipada con un sistema de alarma de seguridad, puertas correderas de doble acristalamiento, terraza en el techo, y sistemas de climatización y calefacción por suelo radiante en toda la casa. La finca tiene dos accesos principales: uno por un pasaje delantero donde se puede aparcar el coche y acceder a través de escaleras de concreto pulido a un pequeño patio antes de llegar a la puerta principal, y otro a través de un portón eléctrico, con opción de aparcar en un carport o en un garaje subterráneo, lo que ofrece mayor comodidad y seguridad.
El diseño exterior de la finca combina elementos tradicionales de la arquitectura ibicenca, como los muros de piedra, con detalles modernos, como la madera de fresno termo-tratada en la pérgola, creando una armonía perfecta con el entorno. El jardín, que se extiende por más de 5 hectáreas, es uno de los grandes atractivos de la propiedad, invitando a explorar y disfrutar del paisaje natural. Este amplio espacio exterior permite aprovechar la creatividad para actividades de ocio, jardinería o incluso desarrollos futuros.
El interior de la casa presenta una sala de estar y cocina de concepto abierto con un suelo de madera oscura en espiga, que complementa los acabados de piedra de la cocina. Las grandes puertas de cristal conectan perfectamente los espacios interiores con las terrazas y el jardín, permitiendo que la luz natural llene cada rincón. El uso de la piedra ibicenca tradicional agrega calidez y carácter, creando un ambiente equilibrado entre lo rústico y lo moderno, y haciendo de la finca un espacio contemporáneo, cómodo y funcional.
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